¿QUÉ ELIGES, TENER RAZÓN O TENER PAZ?

En medio de un conflicto con un amigo o con un ser querido, es fácil perder la perspectiva y olvidar esta pregunta; pero con la práctica, puedes crear hábitos saludables en tus relaciones, que llevarás contigo incluso en los momentos más difíciles. Esto es saludable, ya que evitarás enfrentamientos absurdos donde solo gana el ego por un momento…luego, ¡ todos pierden!

«Los hombres construimos muchos muros pero pocos puentes» (Newton)

 

TRES MANERAS PARA HACERLE FRENTE A LOS CONFLICTOS:

MANTÉN LA CONVERSACIÓN CENTRADA EN ENCONTRAR UNA SOLUCIÓN:

Muchas veces en una discusión, las dos personas compiten entre ellas tratando de fijar su posición sólo viendo el problema – una persona insiste en referirse a un error cometido o un mal hábito y la otra persona actúa a la defensiva ante ese comportamiento.
En su lugar, enfócate en las posibles soluciones, lo cual minimizará el drama y te colocará a ti y a tu ser querido en el mismo equipo, sin enfrentarse entre sí.
Usa las siguientes preguntas que te ayudarán a mantener la conversación centrada en la solución:
Esta relación es muy importante para mí y quiero que los dos seamos felices. ¿Cómo crees que podamos hacer para que esto se solucione?
Creo que los dos estamos muy sensibles sobre esto ahora y estoy teniendo problemas para concentrarme en la solución. ¿Podemos hablar de un par de horas cuando los dos podamos pensar con claridad acerca de cuál es el problema y cómo podemos resolverlo?
¿Cómo crees que podamos resolver esto encontrando una solución de ganar-ganar?

*Y lo más importante…cuando expreses tu punto, inicia frases con «yo», y no con «tú». Es muy diferente decir «Yo me siento herida», a «Tú me hieres». ¡Mantenlo siempre presente!

«O caminamos todos juntos hacia la paz, o nunca la encontraremos» (Franklin)

LOS CONFLICTOS SE REPITEN:
Muchos argumentos crecen de un mismo conflicto recurrente. Tal vez, tú y tu ser querido, fundamentalmente, están en desacuerdo sobre un tema delicado, o la otra persona maneja las situaciones de manera diferente y esto te pone un poco de malas. Las diferencias arraigadas en el carácter y la perspectiva pueden conducir a un ciclo de interminables discusiones. Pelear por lo mismo una y otra vez no suele resolver la raíz del problema.
Trata de llevar la conversación a un nivel superior – reconoce que tanto tú como la otra persona es posible que nunca más vuelvan a estar en la ‘misma página’ sobre este tema.
¿Cómo se puede crear un modelo lo suficientemente productivo y que sea compatible con esta relación?
¿Está uno de ustedes dispuesto a ceder en este problema?
O tal vez puedan estar de acuerdo en llegar a una compensación; así una sola persona no tendrá que llevar la carga de todo el peso del problema.

Es importante aprender a «negociar» entre las partes, teniendo claro que cuando el sentimiento que los une es más importante que tener razón, todas las partes querrán el bienestar del otro. Siempre y cuando los valores, la integridad, la estima y la seguridad de todos, permanezcan intacta.

«10% de los conflictos se deben a una diferencia de opinión, y 90% a un tono de voz equivocado»

PERDÓN:
El perdón sincero puede darte un alivio tremendo y ser una simple estrategia para superar el conflicto. Recuerda, todo el mundo es humano, comete errores y se involucra en sus relaciones con una percepción diferente del mundo y de su lugar en él.
Toma en consideración todos los aspectos de tu relación con esta persona y pregúntate, “¿Poner mi atención en este conflicto es bueno para mí? ¿Acaso esta relación prosperará con este conflicto?” Si la respuesta es no, el simple acto de perdonar podría ser la respuesta.

Recuerda que perdonar no nos hace «perdedores»; al contrario, nos convierte en mejores seres humanos, más sabios, y sobre todo, nos regala una paz maravillosa.

«He decidido apostar por el amor. El odio es una carga demasiado pesada» ( Martin Luther King)

Patrizia Mangiafico